En Pinamar, una cooperativa desarrolla materiales de construcción a partir de la transformación de los reciclables que recupera… “Reciclando Conciencia” trabaja en base a un centenar de puntos de recolección diferenciada: la venta de esos productos les permite financiar otros proyectos.

El primer emprendimiento consistió en la producción de placas de plástico reciclado de diferentes colores y texturas para realizar mesas, sillas, macetas, buzones, cuchas y cestos de residuos. Luego, fueron por más y avanzaron en el desarrollo de bloques de cemento con el agregado de telgopor reciclado.

Con esta iniciativa pueden recuperar entre cuatro mil y seis mil kilos de reciclables por día, cantidad que se duplica en la temporada de verano. Los materiales más abundantes son papel y botellas PET. Sin embargo, se impone la responsabilidad de dar destino a todos los materiales que recolectan.

Ahora, suman la producción de tablas de madera plástica que están realizadas con plástico de desechos post consumo, siendo un producto que permite completar la cadena de valor, ya que la misma cooperativa es la que lleva a cabo la recolección y separado que luego se aplica a la producción de las tablas: el material tiene la resistencia suficiente para su empleo en el exterior, es resistente a la corrosión, al agua, al frío, al calor y al contacto con cualquier tipo de suelo. No requiere ninguna clase de mantenimiento y no necesita barniz ya que no se reseca ni se pudre.

Actualmente, la cooperativa avanza en el desarrollo de un adoquín a partir de polietileno reciclado y escombros. Este proyecto fue seleccionado en INNOVAR 2019 entre más de tres mil propuestas.

A través de sus cientoveinte centros de acopio, situados en Pinamar, Valeria del Mar, Cariló y Ostende, “Reciclando Conciencia” recibe los residuos que previamente son separados por los vecinos: al momento cuenta con cuarenta socios y desarrolla más de dieciséis áreas paralelas, siempre vinculadas al reciclado, la inclusión social y el cuidado ambiental.